domingo, 4 de octubre de 2015

LEJOS COMO MI QUERER -MARINA COLASANTI

Este libro, que también es un cuento, me fascina. Es uno de mis recomendados. Lo tuve alguna vez por largo tiempo en mis manos y luego lo regalé a alguien que deseaba aprender español y a quien le di clases por algunos meses.

Aquí se los comparto para que disfruten de la lectura de uno de ellos.
http://apespa.weebly.com/uploads/1/2/5/0/12505802/lejos_como_mi_querer.pdf

domingo, 7 de septiembre de 2014

RELATO IN-CONFUNDIBLE II


Niños, vidas nuevas. Lazos distintos. Las miradas se pierden en el infinito. El libro, la clase, los amigos, el encuentro fortuito. El miedo que fluye. El amor que huye. La piel que clama la caricia perdida. El pensamiento vivo. El sentimiento eternizado. Los tiempos infinitos. 

Antes: las miradas, las caricias, el vino. Ahora: los recuerdos, la nostalgia, el frío. ¿Es que acaso aún estamos vivos?

EL RÍO DE LA VIDA

Ellos se encontraron en el bullicio de la selva pavimentada, ese día ella ignoraba el cambio en su dinámica laboral que tendría que afrontar en los días venideros. Él sin preverlo, pero con la intuición de los sabios la invitó a olvidarse de los días cotidianos, a dejarse acariciar por el agua de las montañas que rodeaban aquella ciudad. Ella trató de resistirse, pues sabía que no debía aceptar dicha invitación, los días estaban friamente calculados: los niños, la casa, el colegio, el supermercado, Liliana Bodoc, Mozart. Pero sus ojos, los de él, fueron su talón de Aquiles, el de ella. Sólo bastaba mirarlo para entender el fondo de su alma. Las palabras no eran suficiente pretexto para comprender toda esa belleza acumulada. Simplemente con sus ojos la convenció de respirar otro aire, de sentir la energía de la naturaleza. Ella se dejó llevar sin entender la trascendencia de sus acciones, parecía hipnotizada, ella misma no comprendía su escasa voluntad par a evadir su presencia. Él, por su parte también empezó a violentar su rutina con aquellos encuentros inesperados, sus manos se perdían en un solo sentir, en un abismo insondable, enloquecedor. Era el río de la vida que se los llevaba en su corriente impredecible, el camino que empezaban a recorrer sin haberlo esperado, era el encuentro de unas almas perdidas en las rutinas que nos inventamos todos los días. Eran ellos incomprendidos, con sus miradas obnubiladas, afortunado encuentro de un par de fabricantes de sueños.
Diciembre de 2010

RECURRENCIA

Y recurre aquel pensamiento de nuevo, el deseo de apartarlo es absolutamente inútil, pues éste persiste, se niega a desaparecer. Mucho menos ahora, que algunos encuentros lo han alimentado extensivamente. Ni el tiempo del calendario, ni el mío mismo es suficiente distancia, esto no se trata de tiempo, ni de razones. Las lógicas lógicas fracasan para explicar ésta recurrencia. Es una incertidumbre existencial de un grito eterno que surge de las profundidades del alma, para instalarse en la fantasía  del pensamiento y trascender en las acciones.
¿Cómo encaminar este pensamiento hacia el olvido? He buscado insistentemente las formas de conducirlo al recuerdo enmarañado, pero se niega a ser reconocido desde ese lugar. Sabe, exactamente, dónde instalarse para permanecer y sobrevivir. No se deja borrar, es un parásito que carcome los sentidos, que pone la existencia a sus pies. Vana existencia indómita, estás plagada de irreflexiones, eres dominada por lo ilógico. Estás, simplemente, condenada a la pérdida.

Encuentros Inesperados - Nov 9-2010


Se escribe la historia de nuevo. ¿quién iba a pensar que aquellos formales se volverían a cruzar en el camino? Si, ella lo deseó con mucha intensidad durante varios años. El hecho se hizo realidad. Ella no podía comprender lo que estaba sucediendo. ¿Acaso era el amor verdadero? ¿ acaso en vidas pasadas lo había conocido? ¿Por qué después de que sus rumbos habían estado tan distantes, la vida se empeñaba en hacerlos cruzar palabra otra vez? Era absolutamente inexplicable, ella pretendía entender lo que acontecía, pero no hallaba respuestas. Él, por su parte, decidió actuar de una forma tranquila. Aunque generalmente en sus encuentros le decía que su presencia (la de ella) lo ponía nervioso. Ah, pobre hombre. Sí, ella lo había hecho sufrir tanto, en tiempos pasados. ¿Acaso había olvidado su desprecio? ¿borró de su mente aquel día en que le dijo que todo terminaba porque se iba a casar con otro? Y ¿dónde quedaba todo el dolor que su alma había experimentado, cual espada que la atravesase? Si, el era un hombre ocupado, inteligente y casado. Aunque dudamos de su inteligencia, pues lo segundo no comulga con lo tercero. Pero es que uno sabe que en esas cosas del amor, la razón no tiene corazón y el corazón no tiene razón; están divorciados, cada uno del otro. Cómo carajos debían ellos comprender aquel hecho de manera racional, cada uno se mataba la cabeza cavilando sobre su suerte al encontrar al otro.
Y es que el destino es implacable. Como el sol que sale todos los días a calentar nuestras frágiles vidas.

LA FLOR DE LA VIDA Y LA BANCA


Encantó el bosque lleno de escarcha de flores diente de león.  Un día, perdida en ese bosque, ella se encontró con el...las luciérnagas merodeaban el lugar, iluminaban sus presencias con sus rabitos encandelillados.

Se encontraron un camino deshabitado, probaron de un fruto desconocido, de un árbol espinoso y agresivo...el efecto sucesivo fue justo lo pretendido. Sus fantasías desbordaron. Y esa flor amarilla  mutó su naturaleza para hacerse cómplice de sus locuras, se iluminó con la hierba de la vida y terminó aplastada con la más sutil inocencia del personaje, él. Por un instante pensó que la realidad se apoderaba del momento y con el menor deseo de ser el malo, terminó por destruir la delicada y ultrajada flor.

(así pasa, recordemos que las cosas vienen en pares; el día y la noche, el sol y la luna, el bien y el mal, la vida y la muerte…entre otras. Es así como la realidad y la fantasía subsisten, se enredan, se apartan, se aman y se odian, se necesitan y se hacen in-dependientes. )

Después de exprimir la florecita se entregaron, ellos, a sus anchas. Se encontraron en un paraíso  tan solo con una banca, tres libros, una flor, un reloj que debía perderse, y unas montañas infinitas, justo como aquel instante.

Ellos decidieron vestirse de naturaleza, el lugar lo ameritaba, y descubrieron que la magia los atrapaba. Ya al caer la noche, partir debieron ellos, pues ni un candelo poseían para equilibrar el momento. Afortunadamente fue así, pues ellos no son ni normales, ni mucho menos equilibrados. De esta manera, cada uno retomó su camino, quedando grabado en sus días cercanos el camino escarchado, el fruto impreciso, la flor ultrajada y la banca del placer escrito.

jueves, 23 de agosto de 2012